Obatalá en el Tarot de los Orishas

La carta de Obatalá en el Tarot Orisha corresponde a una de las representaciones más importantes de esta religión. Su personificación se encuentra asociada con el equivalente a un Dios, único ser supremo creador de todas las cosas. Su significado dentro de cualquier tipo de lectura o tirada es sumamente importante e influyente. La influencia de esta carta en el consultante es de gran relevancia, debido al papel del Obatalá en la Creación. Refleja sabiduría, experiencia por utilizar, y recapacitación en cuanto a las situaciones que nos rodean y afectan. El Obatalá habrá de corresponder en nuestro llamado, si poseemos el suficiente intelecto para sobreponernos a la situación.

La carta del Obatalá en una tirada viene a indicarnos que es hora de utilizar la sabiduría. Nuestras experiencias recopiladas nos ayudarán a resolver nuestros conflictos internos o externos. Es necesario igualmente escuchar a nuestra propia conciencia, y seguir las advertencias y consejos que nos mencione y nos brinde. El consultante ha de recurrir a su mayor estado de humanidad en cuanto a sus relaciones interpersonales. Existe la necesidad de ser bondadoso y comprensivo con quienes nos rodean, obteniendo mejores resultados en nuestra búsqueda de entendimiento.

Representación de Obatalá en el Tarot de los Orishas

El Obatalá es uno de los Siete Orishas principales dentro del yoruba, parte de un importante grupo del panteón. Es reconocido como sucesor inmediato de Olodumare, quien es identificado como el Dios Superior Orisha. Obatalá está igualmente asociado con la creación de muchos dioses africanos, además de todo lo que hay en la Tierra. Se le atribuye el desarrollo de la Inteligencia, la Creación del planeta Tierra, y la manifestación de los pensamientos.

El Obatalá mantiene un modus operandi en cuanto a su interacción en Tierra con los humanos. Desarrolla su trato con ellos a través de ciertos Caminos, los cuales nos ayudan a identificarlo mejor. En la doctrina Orisha, un Camino es la manifestación de un Orisha por medio de una persona en Tierra. La manera de identificarlos es mediante un grupo de características específicas, además de identificar la naturaleza del Orisha entre nosotros.

En total, Obatalá posee 24 caminos, siendo la mayoría representaciones de sacerdotes o brujos Orishas en tierra. De igual forma, es el único Orisha que posee caminos masculinos y femeninos.

Significado del Obatalá en el Tarot de los Orishas

Al Derecho

Como se mencionaba anteriormente, la carta del Obatalá representa sabiduría y comprensión. Puede estar ligada igualmente con la compasión, la misericordia y la ayuda al prójimo. Esta serie de valores reflejan lo que el consultante posee o a lo que debe recurrir. Cada cual dependerá entonces del contexto de la tirada o la lectura a realizar. En términos generales, representa las virtudes que identifican la naturaleza más pura del consultante. Esto también puede reflejar la utilidad de estas virtudes para con situaciones que se le presentarán. Indicará entonces la percepción correcta que debe mantener el consultante sobre lo que le rodea.

Al Revés

La carta de Obatalá al inverso puede indicar un descontrol de la percepción que mantiene el consultante sobre ciertas cosas. Por una parte, puede representar la falta de experiencia que posee sobre algunas situaciones, dando a conocer su verdadero entendimiento. Las situaciones que se presentan requieren de un nivel de profesionalismo mayor al que posee, y no ha de atorarse. Por otra parte, Obatalá al revés puede indicar cierto estado de egoísmo y desinterés de parte del consultante. Las acciones que comete las hace pensando mayormente en sí, sin enterarse del efecto que causa en los demás.

Pattaki del Obatalá

La historia del Obatalá comprende una gran cantidad de Pattakis, algunos asociados con los distintos caminos que representan.

Uno de los más importantes, trata del dilema que mantuvo al buscar alguien que tomara la mano de su hija. Esta era una mujer bella y sencilla, la cual habría heredado de él mismo el sentido de justicia y compasión. Habría entonces tres pretendientes detrás de ella: Ikú, Aro y Ofo, quienes no poseían una buena fama. Obatalá estaba entonces en una problemática: si le daba su hija a uno de ellos, los otros dos se vengarían. Atribulado por esta situación, se convierte en paloma y se posa en un árbol multicolor, el cual representa las virtudes. En estado de meditación, se le ocurre una solución: establecer un bando para que lo cumpla el pretendiente interesado. El bando indica entonces que el que pueda traer un abaní, se casará con su hija. Esto guarda relación con el hecho de que era entonces sumamente complicado cazar un abaní.

Al mismo tiempo que esto sucedía, uno de los sitieros del bosque de Obatalá se habría enterado del bando establecido. Este mismo sitiero estaba enamorado de la hija de Obatalá, y le interesaba poder cumplir con tal mandato. Al mantener dudas, le pidió consejo al sabio Orula, quien le recomendó que cantara en las cercanías del monte. Por el mismo territorio se encontraría Ifá, quien había logrado cazar al abaní. Este mismo pretendiente llevaba constantemente muchas ofrendas al Obatalá.

Entonces sucede que escucha el canto del sitiero cercano a los montes. Su canto fue tan hermoso que Ifá quedó petrificado, dejando caer las ofrendas y al abaní. El sitiero aprovechó la situación para recoger el abaní y llevárselo al Obatalá, entregándole la mano de su hija. Al cumplirse correctamente con el bando, los otros tres pretendientes se encontraban reprimidos de hacerle daño a Obatalá.