Ogún en el Tarot de los Orishas

La carta del Ogún en el Tarot de los Orishas se encuentra relacionada con una definición instintiva y visceral. En esencia, invita al consultante a perseguir sus metas y continuar evolucionando como individuo. Esto le ayudará a mantener un ritmo constante sobre sus acciones, para así poder fundamentar verdaderamente sus logros. Indica un estado de concentración ligado a la continuidad que debe mantener en las acciones de su día a día. Ha llegado el momento, para el consultante, de tomar iniciativa y ganarse un sitio en el mundo.

Otra de las indicaciones principales de la carta del Ogún es la predicción de un viaje necesario. El consultante habrá de someterse a una aventura que le será muy fructífera. A partir de aquí, descubrirá una serie de posibilidades que antes no le fueron reveladas. Se dará cuenta de los componentes del mundo exterior, igual que en su mundo interior, que sobresaldrán como herramientas útiles. Esto en cuanto a cualquier situación que se le presente, tomando en cuenta beneficios y dificultades. Luego de estas nuevas experiencias, el consultante regresará aliviado y contento, mucho más capaz que antes. La capacidad de reflejarse versátil ante cualquier obstáculo y situación.

El equivalente de esta carta en el Tarot Tradicional es la Carta de El Carro.

Representación del Ogún en el Tarot de los Orishas

El Orisha Ogún es representado como el Orisha que cuida de los herreros, los cirujanos y el ejército. También se le asocia con las guerras y los avances tecnológicos. En términos generales, es un personaje de comportamiento iracundo y violento hacia sus contrarios. Se le retrata con un machete, manteniendo el título de mensajero inmediato de Obbatalá. Posee como elemento principal el metal, el cual habrá de describir su personalidad en su totalidad. Ogún, al igual que el metal, es resistente, versátil y poco flexible en condiciones normales.

Es titulado como el patrono de los montes junto con Ochosi, y conserva potestad sobre los caminos junto a Eleggua. Su imagen también es asociada con el solitario discrepante que surca por los caminos. Por encima de todas estas descripciones, posee un alto sentido de la justicia bajo sus propios términos. Siente la necesidad de fundamentarla con sus propias manos sin importar el riesgo.

Significado del Ogún en el Tarot de los Orishas

Al Derecho

                La Carte del Ogún en el Tarot Orisha representa valentía y persistencia, relacionadas con el perfil de personalidad del consultante. Esto quiere decir que son cualidades que le vienen de manera natural, dependiendo obviamente de la naturaleza de la lectura. Refleja la manera en la cual nuestras reacciones primitivas mantienen un dominio relativo sobre nuestras acciones. De tal manera, demuestra cómo hemos redefinido nuestras respuestas instintivas para sacar provecho de ellas lo más posible. Sin embargo, estos son comportamientos sobre los cuales debemos tener dominio y control, ya que sucumbir a ellos es sencillo. El Ogún al derecho también representa el gran nivel de valentía nata que posee el consultante. Esto lo mantiene como una de sus herramientas más versátiles y efectivas.

Al Revés

La Carta del Ogún al revés normalmente se asocia con la falta de decisión y perseverancia de parte del consultante. Existen parámetros sobre los cuales cada persona actúa de manera proactiva, y el consultante no está al tanto con esto. Su percepción es reducida y con pocas ambiciones, y necesitará tomar cartas en el asunto si quiere mejorar como individuo. Es necesario tomar esta parte de la lectura como una advertencia, más que como una situación sin salida.

Familia del Ogún

Ogún está relacionado de forma consanguínea como hijo de Obatalá y Yemú. Posee parentesco de hermandad con Shangó, Ochosi, Osun y Eleggua. Se le reconocen varias parejas durante toda su vida, pero con quien posee un vínculo mayor es con Oyá.

Representación de los Ommo: Seguidores del Ogún

Los seguidores de Ogún son normalmente una representación del mismo Ogún en tierra. Esto trata la cuestión de mantener viva la devoción al Orisha manteniendo una línea de comportamiento similar. Los Ommo son igualmente de naturaleza impetuosa y violenta. Son bastante impulsivos, y les cuesta mucho perdonar faltas, errores y ofensas. Esto en cuanto al comportamiento poco flexible del Ogún, quien mantenía una percepción muy personal de las cosas. A pesar de esto, los Ommo son considerados buenos amigos, y no son exigentes con las suntuosidades.

Los Ommo son personas que se encuentran siempre entre revueltas, tratando de hacer relucir sus soluciones por encima de todo. Avivan el interés de las mujeres, manteniendo siempre varias relaciones. Les es imposible – o incómodo – mantener una relación monógama.

Pattaki del Ogún

Cuenta la leyenda que existía un poblado atribulado de vicios infundados entre personas de mala vida. Los malos comportamientos que poseían y desarrollaban hacían que les fuera imposible deshacerse de ellos. Esto debido a que les venía natural, y se sentían avivados haciendo el mal. Pasaría Ogún por este poblado, y por ser de naturaleza irascible, habría decidido acabar con todo el poblado. Su sentido de justicia no le permitía comprender la naturaleza de las malas acciones que ahí se llevaban a cabo. Debía acabar con ellos de una vez.

Sucede que en este poblado habitaba un hombre muy religioso y de buena fe, quien percibía que algo malo sucedería. Este hombre siempre hablaba con Eleggua, y al contarle su situación le recomendó que consultara con Orula. Este recomienda realizar entonces un ebbó con melón, ya que los acontecimientos que se acercarán serían terribles y deberá defenderse.

Este ebbó habría de realizarlo comiéndose el melón, y al terminárselo debería sembrar las semillas en su patio trasero. Esto le ayudaría enormemente a proteger su vida y sus tierras. Sucedió entonces que Ogún procedería a cometer, y con un grupo de soldados asesinaron a los habitantes de ese poblado.

Al final de la masacre, el hombre religioso – único sobreviviente – se encontraba bajo un árbol comiendo melón. En esto, llegaron Ogún y sus soldados, hambrientos y sedientos luego de su sangrienta jornada. Ogún le preguntaría entonces qué era eso que comía, y el hombre le ofrecería melón. Al repartirlo entre él y sus soldados, se saciaron y se mantuvieron satisfechos. Fue entonces que Ogún decidió compartir sus tierras con el hombre, y le perdonaría la vida.